divendres, 22 d’agost del 2008

El deute que ell no hauria de pagar

(...)
Componente de la selección de balonmano de la URSS, Rita tenía que haber disputado los Juegos Olímpicos de 1976. No pudo hacerlo. "Mi carrera iba muy bien hasta que me quedé embarazada y me perdí aquellos Juegos. El seleccionador Igor Turcin dijo claramente que no quería verme nunca más. Jamás me perdonó que no abortase", relató Rita al periódico lituano Kauno Diena. El 5 de marzo de 1976, Rita dio a luz un niño al que puso por nombre Sarunas. La historia es una de las muchas provocadas por los draconianos métodos del antiguo sistema deportivo soviético. Los objetivos estaban por encima de cualquier consideración ética o moral. "Turcin es el único hombre del que he tenido miedo. Si le ordenaba algo a una jugadora, ella lo hacía sin preguntar", cuenta Rita Jasikeviciene.
La URSS ganó la medalla de oro de balonmano femenino en aquellos Juegos de 1976 sin el concurso de la madre de Jasikevicius, que siguió con su carrera pero ya no volvió a la selección. "Yo bromeaba y le decía al pequeño Sarunas: 'Me debes unos Juegos Olímpicos'. En los que tuvieron lugar hace ocho años en Sidney nos compró entradas para mí y para su padre".
(...)

Tot l'article, aquí.

dijous, 21 d’agost del 2008

Ara fa uns anys...

María Pardo, de 17 años, dejó el equipo nacional de gimnasia rítmica dos meses antes de su gran cita, los Juegos de Atlanta, en que sus compañeras ganaron el oro.Cuatro meses después se siente capaz de hablar de sus sufrimientos durante las largas concentraciones con el conjunto dirigido por la búlgara Emilia Boneva. Del hambre sufrido, que la llevaba a soñar con comida, y del estado de vigilancia que acabó hasta con su noviazgo. Minuciosamente apuntó en su diario durante meses las circunstancias que la forzaron a dejarlo todo, a llamar desesperada a su madre y preguntarle: "¿Qué quieres, una hija o una medalla?"
Llegir més...

En nom de la dona



http://blogs.mundodeportivo.es/videoblog/2008/08/20/una-historia-de-amor/

dimarts, 19 d’agost del 2008

Un somriure que ens han volgut mostrar


Carta abierta al niño de la sonrisa más bonita
Familia Villoch Carrión 19/08/2008 - 14:28 horas
La Vanguardia
Álex Villoch Carrión, el niño de la sonrisa más bonita


Amado Álex:Nos ha costado mucho decidir si escribíamos esta carta a los mismos medios de comunicación que hace apenas una semana se hicieron eco de tu muerte. Tras mucho debatir hemos acordado rendirte este homenaje póstumo porque nos parece injusto que la opinión pública, que ha sabido de ti únicamente por tu aparatoso adiós, te identifique como el niño con síndrome de Down que murió en el maletero de un coche en Formentera. Porque has sido infinitamente más que eso.Lo tuviste todo en contra desde que naciste. Tu primer obstáculo fue una cardiopatía que se resolvió favorablemente a las pocas semanas. Pensamos que ya estabas a salvo. Empezamos a dedicarte toda nuestra atención: estimulación temprana, fisioterapia, natación. Con dieciocho meses conseguiste dar tus primeros pasos y estuviste preparado para empezar a ir al cole. Más tarde llegó la logopedia. Ya desde el principio descubrimos tu sonrisa. En cuanto supiste cómo articularla, que fue muy pronto, te abonaste a ella para siempre.Jamás fue capaz de borrarla de tus labios la leucemia que te diagnosticaron a los tres años, llena de complicaciones y que tardaste cuatro en superar, ni el aparato que te viste forzado a llevar por tus problemas de cadera. Ganaste esas batallas con brillantez. No se podía esperar menos de alguien tan fuerte como tú. Estamos seguros de que fue tu sonrisa –otra vez tu sonrisa- que llegó a resplandecer incluso entre tubos y aparatos, la que impidió que el árbitro pudiera contar hasta diez. Un ejemplo de tu capacidad de lucha contra la adversidad.Todos los que te conocimos estábamos enamorados de ti. Nos fascinaba –y sigue haciéndolo- tu capacidad para devolver multiplicado todo el amor que te profesamos a pesar de las situaciones extremas a las tuviste que hacer frente. Ya no sólo con tu recurrente sonrisa. También con tus continuas caricias, tus espontáneos abrazos y los incontables piropos que dedicabas a quienes estábamos cerca. Nos diste infinitas lecciones de entereza y fuiste único en poner al mal tiempo buena cara. Has sido el campeón del cariño.Demostraste, como dejó dicho Machado, que el camino se hace al andar. Eras un experimentado nadador, asistías a clases de música, salías de acampada, jugabas al fútbol, practicabas karate, danza e incluso yoga. Siempre pendiente de robar un ratito para jugar con el ordenador. Cómo olvidar tu sonrisa cuando descubriste con sorpresa la vida submarina este verano en Formentera a través del cristal de unas gafas de bucear. Protestabas contrariado cuando el mal tiempo te impedía ir a montar a lomos de Kent. Tu curiosidad y tus ganas de aprender siempre fueron insaciables. Fuiste el ojito derecho de todas tus educadoras, el orgullo de tu escuela.No creas que olvidamos lo gamberrete que siempre fuiste. Aficionado al escapismo, a pegar portazos, a esconderte para darnos sustos, a pasar olímpicamente de bajar de los castillos hinchables, a encerrarte tras cualquier puerta que tuviera un pestillo, a correr por los pasillos del colegio mirando hacia atrás muerto dre risa mientras profesores y alumnos te perseguían. Disfrutaste y bebiste la vida a grandes tragos, como un auténtico cosaco.Últimamente estabas radiante con tus nueve añazos. Más guapo que nunca, totalmente recuperado. Si tiempo atrás hacerte comer y sobre todo masticar exigía agotadoras sesiones, ahora era un placer verte disfrutar con la comida. Pasaste de estar flaco y deslavazado a convertirte en un niño fuerte y sano. Tu sonrisa, ya legendaria, se había impuesto por encima de todo para permitirte alcanzar la plenitud. Quizá por eso la muerte, que tanto te había acechado, decidió que era el mejor momento para llevarte con ella."Muere joven el amado de los dioses", escribió el dramaturgo griego Menandro hace 2.300 años. No imaginamos cuánto llegarán a amarte los se te acaban de llevar. Quizás no tanto como los que aquí quedamos, desolados por tu marcha: familiares, amigos, compañeros, educadores, personal sanitario y todos los que te conocimos, Álex. A cada uno nosotros nos trataste y nos hiciste sentir como alguien especial. Tu sonrisa ha sido un regalo impagable del que sólo hemos podido disfrutar nueve cortísimos años. Gracias por todo lo que nos has dado.

dilluns, 18 d’agost del 2008

Viatjar

Un viaje es una nueva vida, con un nacimiento, un crecimiento y una muerte, que nos es ofrecida en el interior de la otra. Aprovechémoslo.
Paul Morand (diplomàtic i escriptor francès 1888-1976)